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Nació en Calambre, Tapia de Casariego en 1926. En 1948 llegó a Cangas del Narcea donde compró un taller y en 1951 fundó la empresa JP INDUSTRIAS MECÁNICAS, S.L. dedicado a la reparación de vehículos y maquinaria para la minería, a partir de la década de los 70, a la fabricación de componentes mecánicos para la industria del automóvil. A principios de los 80 participó en la fundación de la empresa URO. En junio de 2007 fue nombrado Hijo Adoptivo de Cangas del Narcea por su ejemplar trayectoria personal y laboral. Falleció en 2009.

Durante toda su vida siempre mostró un apoyo incondicional a la Sociedad de Artesanos y a La Descarga. Cada vez que se pidió su colaboración, su respuesta siempre fue inmediata, sincera, desinteresada y muy por encima de lo que se le pedía. Cuando se decidió renovar las máquinas de La Descarga, por ejemplo, fabricándose las que ahora usamos, puso a disposición de la Sociedad su taller y sus operarios que estuvieron trabajando durante muchas jornadas para hacer los agujeros de los voladores en todas ellas. No sólo nunca quiso cobrar por ello, por supuesto, sino que siquiera permitió que se le diera nunca la menor importancia.

Por todo ello y por el cariño que siempre demostró hacia la Sociedad de Artesanos de la que durante tantos años fue socio, la Junta Directiva ha decidido por unanimidad concederle la Medalla de Oro 2014.

Foto El Comercio

DISCURSO DE ENTREGA DE LA MEDALLA DE ORO
Cuando D. José Jaime Pérez Fernández salió de su pueblo, dejando atrás el olor a mar, y se vino a Cangas con el alma llena de ilusiones y los brazos dispuestos para llevarlas a cabo, no podía imaginar lo que esta tierra le daría. Aquí encontró una familia a lado de Aquilita, un hogar entre sus vecinos y un proyecto de futuro que le llenó de satisfacciones en su taller. Y todas estas cosas que nuestro pueblo le ayudó a conseguir él se las devolvió multiplicadas: amor con amor, amistad con lealtad y trabajo con esfuerzo. Jaime se convirtió no en un cangués más, sino en un cangués de los mejores y cuando se le nombró Hijo Adoptivo no fue en realidad un premio sino la simple constatación de un hecho.
Como cangués de corazón que era, Jaime sentía la Sociedad de Artesanos y La Descarga como algo muy suyo. Socio desde siempre, cada vez que se solicitó su colaboración, su respuesta fue inmediata, enstusiasta y desinteresada. Como en todas las demás cosas, él no se conformaba con dar el uno por uno. Él no sólo ayudaba en lo que se le pedía sino también aquello que él sabía que se necesitaba y que no se habían atrevido a pedirle por temor a abusar de su amistad.
Cuando se decidió renovar las máquinas de La Descarga, por ejemplo, fabricándose las que ahora usamos, puso a disposición de la Sociedad su taller y sus operarios que estuvieron trabajando durante muchas jornadas para hacer los agujeros de los voladores en todas ellas. No sólo nunca quiso cobrar por ello sino que ni siquiera permitió que se le diera jamás la menor importancia.
Por todo esto, queremos entregarle en memoria suya a su esposa, como regalo de cumpleaños, esta Medalla de Oro, ese material del que estaba hecho el corazón de Jaime, para que sepa que su memoria perdurará en la Sociedad de Artesanos para siempre.

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